“Carpe Diem (aprovechen el momento, chicos)”.
Death
Poet Society
Por Martín Alvarez López
Es singular y a la vez
compleja la forma cómo observamos a la escuela hoy. Por un lado está la visión
del padre, quien desea que su hijo se eduque de la manera como se educó él, su
padre, y sus ancestros; por otro lado se encuentra la visión del maestro, quien
no sabe qué más hacer para que los chicos aprendan y obtengan el conocimiento
que está en el plan curricular; y del mismo modo se encuentra el estudiante,
quien aprende de la manera menos esperada: el ocio. Tres actores que buscan explicaciones
y salidas; tres actores que buscan llevarse bien fuera de todo; tres actores
que, al parecer, no tuvieran nada en común, sobre todo si a estos se les
tratara de encausar en un proyecto
educativo que englobe una novedosa educación en pleno Siglo 21. No obstante, y
aunque pareciera imposible esto último, sí lo tienen, se llama ‘aprendizaje abierto’.
-Padre, ¿recuerdas la
primera vez que viste una imagen por televisión, o que escuchaste una noticia
por radio?
-Profesor, ¿recuerdas cómo
se forjó en ti el llamado por el educar a un estudiante; tal vez al leer un
libro, quizá?
-Estudiante, ¿recuerdas la
primera vez que solucionaste un problema de matemáticas, o incluso cuando
pasaste al siguiente nivel en Mario Bros?
Las preguntas e introducción
antes establecidas no son sino el reflejo de algo por lo que nos rompemos la
cabeza a diario, cuando, sin querer y sin pensarlo, se encuentra a nuestro
alcance y en nosotros mismos.
Es más, veamos lo siguiente:
¿Cómo aprendemos en la
actualidad?
¿Cómo era el aprendizaje
hace unos treinta años?
¿Cómo era el aprendizaje
hace miles de años?
Es necesario ir por partes. ¿Cuál
es el elemento que engloba a los tres actores antes descritos? Pues a través de
‘imaginarios’ que viajan y viajaron dentro del proceso de aprendizaje de una
persona en diferentes épocas, con distintos grados de conocimiento y que se
articulan entre sí. Para este caso podríamos hablar de ‘la tradición’ de
Winograd (1), pues es necesario ver el problema desde la óptica que todo que
aquello que se aprende, desde tiempos remotos, se reconfigura, no como piezas
independientes, sino como elementos que toman la lógica de uno y aportan al
siguiente, y que, necesariamente, eran útiles para el momento o situación dada. Ejemplo: en su momento existieron silabarios micénicos, hititas o chipriotas,
de civilizaciones europeas antiguas, que establecían, a través de una
escritura, el entendimiento del momento; más adelante, con el tiempo, se da el
entendimiento a través de un libro, el cual viaja a través de gráficos escritos
lineales, de izquierda a derecha, o viceversa de acuerdo a la cultura de
origen; después existió algo que se llamó un cinematógrafo, hablamos de imagen
en movimiento sin sonido; o una radio, es decir, sonido, pero sin imagen; luego
una televisión en blanco y negro, y más adelante a color, que brinda imagen en
movimiento más audio; un betacam; un VHS; una computadora DOS; un súper
nintendo; el chat; Second Life, realidad aumentada, redes sociales, es decir,
el ‘aprendizaje abierto’; el aprendizaje vasto, libre y sencillo que he conseguido a
través de este proceso, en cada etapa, me ha permitido desplegar un
conocimiento que se articula y que genera algo que 'hoy no se pone en práctica' con aquello que llamamos educación tradicional.
Pero si tenemos algo que se
llama ‘educación tradicional’ y observamos que el panorama ya no es el mismo,
¿por qué seguimos con esto?
A continuación un breve
comentario que describí, en un post pasado, y que se resume en un debate entre
Noam Chomsky y Michel Foucault, en donde se discutió cómo debería ser una correcta organización social,
que esté libre de, como bien menciona, "de represión, opresión,
destrucción, y coacción, y que existe en cualquier sociedad como la nuestra,
como residuo histórico...", y que esté dirigido por un elemento
fundamental que es parte de la naturaleza humana: la creatividad, la libre
creación e investigación creativa de uno mismo.
Otra referencia a tomar en cuenta es través de lo expuesto por Constantino
Carvallo, en su ensayo “Los ojos de los cuervos”, y que pertenece a su libro Diario Educar, en donde se habla de la
educación como un producto que solo refleja aprendizaje a través de las cifras.
“Nos complace este triunfo de la visión economicista, o econométrica debiera
escribir, pues nos da la ilusión de que la vida es controlable, que podemos
manejarla y orientarla con solo saber interpretar adecuadamente lo que dicen
las estadísticas” (2).
Jordi Adell mencionó, hace unas semanas, en su ponencia ‘Tecnología y
pedagogía, dos caras de una misma moneda’, en el Congreso Internacional
Ciudadanía Digital en Donostia-San Sebastián, lo siguiente: "Hacemos o somos una pedagogía del esfuerzo”. Es decir, y como bien remarcó
luego: “somos aburridos en clase”, pues seguimos planteando un viejo modelo de
enseñanza para una sociedad que tiene otro modelo de aprendizaje.
Ahora, estas son solo algunas de las razones del porqué, aún, no podemos
articular, como proceso, la educación que todos recibimos en su momento, desde
que tenemos uso de razón, con el aprendizaje abierto que hoy se plantea; en
otras palabras, todavía no podemos observar, a plenitud, los imaginarios de ‘aprendizaje
abierto’ que tanto nuestros alumnos como nosotros llevamos dentro, y que harían
sencillo nuestro aprendizaje, de manera gradual, si los ponemos en práctica
dentro de la educación.
No obstante, para hacer esto, y a manera de destacar el valor del aprendizaje abierto en la
sociedad actual y de cómo las instituciones educativas podrían implementarlas,
es necesario responder, antes que todo, a una
serie de dudas que posiblemente el docente, el alumno, el director de un centro
educativo o la misma persona que busca el autoprendizaje se plantean hoy en día:
¿Por qué?
Pues, como se mencionó anteriormente, el modelo con el cual se trata de
impartir aprendizaje y conocimiento, hoy por hoy, ya no es el mismo y necesita
ser otro; o, mejor dicho, es necesario situar esto como un eje que genera el aprendizaje bajo
imaginarios de aprendizaje pasados, pero con propuestas del hoy.
¿Con qué?
Esta pregunta tiene que ser sumamente vista y revisada, pues no todas
las realidades educativas pueden plantear un cambio de aprendizaje abierto
dentro de sus instituciones en donde se tome en cuenta a las tecnologías. Antes
que todo, y como proceso, o como bien menciona (Monserrat, 2000:49), “la
palabra tecnología va más allá de los artefactos”. Es decir, es necesario,
antes de ponerla en práctica, ver a la tecnología no como la laptop o pc que
tenemos al frente, sino como que la tecnología está relacionada con un cúmulo
de prácticas y procesos sociales cambiantes a tomar en cuenta para la
educación.
¿Qué?
Pues este sustrato, el cual me sirve, por ejemplo, a manera de blog; o,
en tu caso, a manera de querer informarte, por ejemplo, por medio de un
twitter, o facebook, o el portal de un web; e incluso si quieres crear algo
nuevo y utilizar tu glooger para la elaboración de, como fue en su momento, el ‘papelógrafo’
que uno presentaba en clase. Sí, esta es la realidad y el imaginario que hoy pongo
en práctica para el conocimiento y del cual me valgo para desaprender y volver a
aprender.
¿Con quién o cuándo abrir la educación?
Esta pregunta responde aquellas dudas y explicaciones de los tres
actores que se encuentran en el párrafo introductorio, pues el camino para un ‘aprendizaje
abierto’, y dado que todos lo poseemos, tiene que partir por la unión
colaborativa entre estos tres agentes de aprendizaje. Ahora, a esto, se le
tiene que sumar una parte sumamente importante, por no decir la mayor si es que
se quiere llevar a cabo el proceso o no, y es la parte de ‘gestión pedagógica.
Para esto es necesario tomar en cuenta, como modelo que busca replantear los
modos de enseñanza y de aprendizaje, lo propuesto por Kozma (2005), quien
plantea cuatro caminos:
- Las
TIC para promover el acceso a la educación. Pero no involucra grandes cambios en sí, se busca que
el conocimiento llegue a todas las personas.
- Las
TIC como centro del aprendizaje. Donde
la tecnología promueve el desarrollo de actividades en los alumnos con el
fin de prepararlo para asumir trabajos que requieren el uso de las
tecnologías.
- Las
TIC para incentivar y potenciar la construcción del conocimiento. Para mejorar la calidad educativa y generar un impacto
positivo en la educación que repercuta luego en el sistema económico.
- Las
TIC para la creación del conocimiento compartido. Con la finalidad de mejorar el sistema y promover un crecimiento
sostenido de la economía y por ende de las sociedad. (3)
El primero es una propuesta de aprender matemáticas a través de videos e
interacción en red de Salman Khan, el cual es simplemente genial.
Y el segundo se refiere al uso de los imaginarios en un colegio en el distrito del
Callao, Lima – Perú, en donde los cuadernos fueron dejados de lado, para dar
paso al aprendizaje a través de la tecnología.
Referencias:
(1) Cuadra, Alvaro. (2003). De la ciudad letrada a la ciudad virtual. Santiago de Chile.
Manuscrito inédito. Recuperado de: http://oei.es/publicaciones/gratis/cuadra_01.pdf
(2)
Carvallo,
Constantino (2009). Diario Educar. Tribulaciones
de un maestro desarmado. Lima. Editora Aguilar. Pag. 230.
(3)
Kok. (2005). “ICT
Integration into classroom” a Literature review”. En: http://www.eadl.org/documents/2006/ICT%20Integration%20into%20Classrooms_KOK.pdf
Tomado de http://www.congresociudadaniadigital.com/es/ponencias/tecnologia-pedagogia.php
Ponencia de Jordi Adell titulada: “Tecnología y pedagogía, dos caras de una
misma moneda.
Tomado de http://www.youtube.com/watch?v=yshmwcL1Emo Debate Michel Foucault vs Noam Chomsky.
Tomado de http://www.youtube.com/watch?v=JUFtqH4tiUk
Salman Khan: usemos videos para reinventar la
educación.
Tomado de http://elcomercio.pe/lima/1414566/noticia-colegio-callao-que-ya-no-se-usan-cuadernos
El colegio del Callao en el que ya o se usan cuadernos.
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